Europa
El Tribunal Europeo de los Derechos del Hombre, con sede en Estrasburgo, ha rechazado el recurso de Dianne Pretty, una británica de 43 años, completamente paralítica como consecuencia de una enfermedad neurodegenerativa, que reclamaba el derecho a morir con la ayuda de su marido.
La justicia británica y la Cámara de los Lores no habían admitido su pretensión, porque la asistencia al suicidio está tipificada penalmente como delito, al igual que en la mayor parte de los ordenamientos jurídicos europeos. El Tribunal de Estrasburgo ha seguido un procedimiento de urgencia, por consideraciones humanitarias. Era la primera vez que decidía un caso de eutanasia.