Los matrimonios impuestos a hijas de inmigrantes africanos o asiáticos se están convirtiendo en un motivo de preocupación para los poderes públicos en varios países europeos. El aumento del número de casos que salen a la luz revela una extensión alarmante de esta práctica, así como una mayor resistencia por parte de jóvenes que han sido escolarizadas en Europa.
En España, en los últimos meses ha habido una decena de casos de jóvenes marroquíes de 13 a 16 años que han pedido protección a las autoridades para evitar un matrimonio impuesto por sus padres. Generalmente los padres se han comprometido a casar a su hija con un hombre, residente en Marruecos, que a veces le lleva más de 20 años, y que a cambio entrega a los padres una dote …
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.