La Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid (8-12 de abril), concluyó con la aprobación de la declaración política y el plan de acción. Los 160 países participantes suscribieron sin problemas la declaración de buenas intenciones de la Asamblea. Sin embargo, la ausencia de soluciones financieras para afrontar el futuro envejecimiento de la población mundial ha dejado insatisfechos a los países en desarrollo.
Según Felipe Paolillo, presidente de la Comisión Principal de la Asamblea, "la comunidad internacional tiene la responsabilidad de ayudar a los países en desarrollo en algunos aspectos de asistencia social. Pero lo principal queda en el ámbito nacional. El dinero para la seguridad social, por ejemplo,…
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