Alemania
Con la ayuda de varias organizaciones benéficas, la Iglesia alemana dispondrá de 6 millones de euros anuales para ayudar a las embarazadas que acuden a los consultorios católicos. Así lo anunció la Conferencia Episcopal al término de su última asamblea, a finales de febrero. La ley alemana del aborto obliga a pasar antes por un centro de asesoramiento y presentar el certificado de la consulta, emitido por el centro. En 1999, Juan Pablo II pidió a los obispos que los 270 consultorios católicos no extendieran el certificado. Esta indicación ya ha sido cumplida por todas las diócesis: la de Limburgo, que era la única que aún no había abandonado el sistema, lo hizo a comienzos de marzo. Esto ha supuesto perder el reconocimiento oficial y las subvenciones del Estado (ver servicio 8/01). Los nuevos fondos privados suplirán la falta de ayudas estatales.