Bill Clinton ha anunciado que los Estados podrán disponer del dinero de los fondos de desempleo y destinarlo a la remuneración de permisos por maternidad. Esto colmará una de las lagunas de la legislación laboral, pues hasta ahora el permiso por el nacimiento de un hijo no es remunerado.
El recurso al subsidio de paro para este fin indica que con el pleno empleo estos fondos no están siendo utilizados. La medida comenzará a aplicarse a principios del 2000, y cada Estado podrá fijar con libertad la retribución y duración de los permisos.
Estados Unidos es uno de los países menos generosos en los permisos por maternidad (cfr. servicio 30/98). La nueva medida mejora la Family and Medical Leave Act, de 1993, que actualmente permite a los trabajadores de empresas de más de 50 empleados tener hasta doce semanas de permiso para ocuparse de un recién nacido, de un pariente enfermo o para recuperarse de un problema médico grave. Sin embargo, estos permisos no son pagados. 650.000 americanos se acogen a la baja cada año, pero probablemente serían más si fueran permisos retribuidos. Prueba de ello es que 1,9 millones de madres que trabajan en EE.UU. sólo tienen un hijo.
Clinton espera que con la nueva medida se refuercen los lazos de los padres con sus hijos y con su trabajo: «Nuestro objetivo debe ser que los padres puedan tomar los permisos que necesiten para ocuparse de su familia sin que pierdan los ingresos necesarios para mantenerla». Por su parte, Lauren Asher, responsable de National Partnership for Woman and Families, una asociación que reivindica desde hace tiempo los permisos por maternidad, señala que la iniciativa del gobierno «es a la vez astuta y razonable; tiene la ventaja de que el subsidio de desempleo ya existe, ya está la estructura, y su coste se reparte entre el conjunto de la población».
La medida anunciada por el gobierno no necesita ser aprobada por el Congreso. De momento, son nueve los Estados -de 50 que hay en Estados Unidos- que están preparando la reglamentación para la remuneración de los permisos por maternidad o parentales. Massachusetts es el lugar en donde la idea está más desarrollada. En este Estado, que dispone de un excedente de fondos particularmente importante, han calculado que el recurso al subsidio de desempleo para financiar los permisos por paternidad costaría un dólar por semana y por asalariado.