La enseñanza superior alemana busca otros caminos con la ayuda de las nuevas tecnologías
Colonia. La Universidad alemana es un coro de lamentos. Alumnos y catedráticos se quejan de la masificación en las aulas, de la larga duración de las carreras y de falta de medios en general, al tiempo que las universidades van perdiendo atractivo para los estudiantes de otros países. Pero también han surgido en los últimos años proyectos educativos de vanguardia que con la aplicación de las nuevas tecnologías y la introducción de algunas carreras pretenden ayudar a subsanar estas deficiencias. Si no hay sitio en el aula, ¿por qué no seguir la clase por videoconferencia o a través del ordenador?
La masificación parece ser una enfermedad crónica de las universidades alemanas. Los estudiantes tienen que hacer cola con mucha frecuencia, no sólo en la cafetería o en el comedor, sino también en la secretaría o frente al despacho del profesor, en el caso de que éste pueda tomarse algo de tiempo para atender las preguntas de los asistentes a sus cursos y seminarios. En las grandes universidades alemanas, como por ejemplo en Colonia, Múnich o Münster, conseguir un asiento en una aula puede resultar en ocasiones completamente imposible si no se llega con veinte minutos de adelanto.
Esta pérdida de tiempo podría pasar a la historia gracias al uso de las nuevas tecnologías en la docencia universitaria. Pese a que las universidades virtuales en Alemania son todavía poco más que una aspiración, en los últimos años han surgido un buen número de proyectos que seguramente contribuirán en poco tiempo a un cambio radical en el panorama académico del país.
Asistir a clases de otra universidad
Las universidades de Friburgo, Heidelberg, Karlsruhe y Mannheim han puesto en marcha un nuevo sistema conjunto llamado Virror (Universidad Virtual del Oberrhein), que hace posible seguir por videoconferencia clases que tengan lugar en cualquiera de los centros participantes en el proyecto.
Los alumnos de Heidelberg, por ejemplo, pueden asistir a las clases de la Universidad de Mannheim desde los ordenadores de su universidad, que permiten oír la explicación del profesor mientras que en el monitor aparece su imagen junto a extractos de los materiales del curso, apuntes, gráficos, etc. Al acabar la clase, los alumnos pueden servirse de micrófonos para plantear sus dudas al catedrático. Los estudiantes de Friburgo pueden seguir la misma clase con una pantalla gigante y, al acabar, formular igualmente sus preguntas.
Una de las mayores ventajas del proyecto Virror es que todas las lecciones quedan almacenadas en el ordenador central, por lo que los estudiantes pueden seguir el contenido de los cursos con independencia del horario de clases. Pese a que el sistema está en período de pruebas, sus creadores creen que podrá funcionar ordinariamente dentro de cinco años. Hasta entonces, varios grupos de trabajo se encargarán de mejorar los equipos audiovisuales y de elaborar los materiales didácticos para las carreras de Medicina, Informática, Economía, Psicología y Física, que son las que por ahora participan en el proyecto.
Virror es uno de los once proyectos de este tipo que promueve el Land de Baden-Württemberg. Pese a que el coste de estos sistemas es todavía muy elevado -el Land aporta anualmente diez millones de marcos para su financiación-, se espera que en el futuro contribuyan a reducir los gastos de funcionamiento de las universidades tradicionales. Lógicamente, si un profesor da clase vía Internet en cinco universidades simultáneamente, con el tiempo, donde antes había cinco profesores bastará uno solo. Panorama no muy halagüeño para los profesores universitarios y para el pluralismo académico. Aunque también puede ofrecer nuevas oportunidades para estudios minoritarios, que sólo podrían emprenderse reuniendo a alumnos de varias universidades.
Las universidades de Baviera pretenden comenzar el curso próximo con un sistema similar común a todas ellas. La Universidad Virtual de Baviera tendrá su sede central en Hof y ofrecerá sus servicios también a los departamentos de Recursos Humanos de empresas privadas para la formación de sus empleados.
Profesor, ¿me deja sus apuntes?
El Land de Renania del Norte-Westfalia coordina desde 1997 un buen número de proyectos en diferentes universidades. Uno de ellos, conocido como Virtus, funciona desde hace un año en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Colonia, la facultad de Economía más grande del país, con algo más de 10.000 estudiantes.
Los alumnos pueden acceder a través de Internet a una base de datos central en la que los profesores publican una serie de materiales docentes elaborados como complemento a lo explicado en clase. Gracias al Virtus, los estudiantes pueden disponer en cualquier lugar y en todo momento de una gran cantidad de informaciones relacionadas con sus asignaturas. Además, los usuarios pueden organizar grupos de trabajo virtuales gracias a un sistema interno de comunicación que permite discutir sobre los contenidos del curso sin que los alumnos tengan que estar conectados a Internet al mismo tiempo.
Mientras que proyectos como Virtus no pretenden sustituir a la universidad real sino simplemente complementar la actividad docente, han surgido también otros programas de educación a distancia destinados a suplantar a la universidad tradicional. La Universidad de Educación a Distancia de Hagen ofrece desde el curso 1996/97 la posibilidad de cursar estudios de Ingeniería Electrónica, Ciencias de la Educación, Informática, Derecho, Matemáticas y Economía a través de Internet. De los 50.000 alumnos de la Universidad, tan sólo 5.000 hacen uso de la oferta virtual, ya que los estudiantes deben sufragar los gastos de teléfono y acceso a Internet, además de las tasas académicas, todavía elevadas.
Carreras para extranjeros
Alemania -como cualquier nación exportadora- tiene un gran interés en que muchos alumnos extranjeros realicen por lo menos una parte de sus estudios en alguna universidad del país. Este tipo de contactos internacionales tienen un valor incalculable, ya que en no pocas ocasiones han permitido de una manera natural la introducción de empresas y productos alemanes en multitud de mercados extranjeros lejanos. Sin embargo, según muestra un estudio publicado por el Ministerio de Educación, gran parte de los casi 107.000 alumnos procedentes de otros países no están del todo contentos con las universidades alemanas: más de la mitad habría preferido estudiar en otro lugar si hubiera tenido la oportunidad. La mayoría se queja, además, de las dificultades para convalidar las asignaturas cursadas en sus lugares de procedencia, así como de la poca versatilidad de las titulaciones alemanas. Una de las cosas que más preocupa al Ministerio es que las asignaturas que tienen un contacto más directo con el mundo de los negocios, como Economía y Derecho, son las que están perdiendo mayor interés para los alumnos provenientes de países lejanos.
Para superar esta deficiencia, el Ministerio de Educación promueve desde la pasada legislatura la introducción de estudios internacionales dirigidos principalmente a alumnos extranjeros. En ellos se ofrece un buen número de clases en inglés y, paralelamente, cursos intensivos de alemán para ayudar a los alumnos a superar rápidamente la barrera del idioma. Además, la oferta educativa de estos cursos se completa con tutorías personalizadas, prácticas en empresas alemanas e intercambios con universidades de otros países.
En la actualidad existen en Alemania un total de 104 programas con estas características. De las carreras de introducción reciente cabe destacar algunas como Computational Sciences in Engineering (Universidad Técnica de Braunschweig), Applied Environmental Geoscience (Universidad Eberhard Karl de Tubinga), International Health (Universidad Humboldt de Berlín) o Intercultural Communication and European Studies (Escuela Técnica Superior de Fulda), entre otras. En todas ellas, cerca de la mitad de los alumnos son extranjeros y, al acabar, se otorgan titulaciones internacionales de tipo Bachelor o Master que permiten la convalidación rápida de los estudios en muchos otros países.
La globalización de los ingenieros
El Northern Institute of Technology (NIT), con sede en Hamburgo, ofrece desde este curso un nuevo programa de postgrado en el que 30 licenciados de carreras técnicas procedentes de todo el mundo podrán especializarse en las áreas de Tratamiento de materiales, Sistemas de información, Control de producción y automatización, así como en Economía y Derecho para recibir la titulación de Global Engineer. Las clases del NIT tendrán lugar en inglés y estarán acompañadas por asignaturas complementarias en las que los asistentes podrán adquirir conocimientos sobre la cultura, la lengua y la sociedad alemanas. La carrera dura dos años y, a su término, se ofrecerá a los titulados la posibilidad de realizar prácticas en importantes empresas alemanas. Las empresas se hacen cargo, a su vez, de financiar las tasas académicas del programa -unos 40.000 marcos anuales (3,4 millones de pesetas)- y de ofrecer a los alumnos una beca de 700 marcos (unas 60.000 pesetas) mensuales para gastos de comida y residencia.
El proyecto del NIT ha encontrado una gran acogida. Prueba de ello son las más de 500 solicitudes recibidas para cubrir las 30 plazas disponibles. Los organizadores piensan ofrecer otros programas similares en los próximos años ya que, en su opinión, los cursos de este tipo son una herramienta excepcional para reclutar a buenos profesionales extranjeros.
Humanistas en la empresa
Pero no sólo de ingenieros viven las empresas. Los estudiantes de humanidades tienen cada vez mejores posibilidades de encontrar trabajo en el mundo empresarial. Según ha informado recientemente la Oficina Federal de Empleo, las grandes empresas alemanas contratan con mayor frecuencia licenciados en Filología, Sociología, Historia y otras carreras de letras para sus departamentos de Personal, Marketing, Relaciones Públicas, Ventas y Formación. Los principales requisitos exigidos por las empresas para ocupar estos puestos de trabajo son casi siempre el conocimiento de idiomas, capacidad de relación social y flexibilidad para tratar asuntos de todo tipo.
Para responder a esta demanda, las universidades alemanas ofrecen numerosos programas que pretenden acercar a los estudiantes de Letras al trabajo empresarial. La Universidad Ludwig Maximilian de Múnich inició hace casi diez años el programa «Estudiante y mercado de trabajo» en el que se proporciona a alumnos de humanidades prácticas en empresas, así como la orientación necesaria para buscar trabajo en este sector.
La Universidad Libre de Berlín ofrece desde 1998 cursos de un año de duración en los que estudiantes de humanidades pueden adquirir conocimientos de Economía, Retórica y Técnicas de Presentación, tan necesarios en el mundo profesional. La Universidad de Hannover también dispone de un programa similar que ha funcionado con gran éxito en los primeros semestres. La Universidad Eberhard Karl de Tubinga, por último, ofrece igualmente varios cursos de Informática y Economía para Humanistas, que se pueden combinar con prácticas en empresas facilitadas por la misma Universidad.
Carreras técnicas sólo para mujeres
Aunque la presencia de la mujer en las universidades alemanas aumenta curso tras curso -el último año, la proporción de mujeres alcanzó el 44,5% del total de estudiantes-, cada vez son menos las que se deciden por estudiar ingenierías y las que lo hacen provienen en su mayoría de colegios femeninos. Por ejemplo, en los últimos años, la proporción de mujeres en la carrera de Ingeniería Electrónica no ha superado el 3% a nivel federal.
La escasa presencia de las mujeres en los campos científicos y técnicos, provocó ya un debate en la enseñanza secundaria sobre la conveniencia de la coeducación o de la educación diferenciada (cfr. servicio 71/96). En este caso la defensa de la educación diferenciada para las chicas surgía de las filas feministas, que mantenían que si las chicas no se interesaban más por los estudios científicos era porque los planes de estudio no estaban adaptados para ellas y porque en las clases de ciencias dominaban los chicos. Experimentos realizados en varios centros con clases de ciencias sólo para chicas hicieron ver que podían interesarse por estas asignaturas igual que los chicos y adelantar más en este ambiente.
Ahora esta tendencia ha llegado a la enseñanza superior. Recientemente han surgido en las universidades del país varias carreras técnicas de acceso exclusivo para mujeres. Varios expertos y políticos, entre ellos la ministra de Educación de Renania de Norte-Westfalia, Gabriele Behler, miembro del Partido Socialdemócrata, creen que la solución a este problema está en la «separación reflexiva» de sexos en los centros educativos y por eso promueven este tipo de iniciativas, que cuentan también con el apoyo de grandes empresas como Volkswagen o Deutsche Telekom.
La Escuela Técnica Superior de Wilhelmshaven inició el curso pasado unos estudios de Ingeniería para mujeres. Pese a que los mismos profesores ofrecen las clases de manera paralela a otro grupo mixto, los resultados de los primeros exámenes en la carrera sólo para mujeres han sido considerablemente mejores.
La Escuela Técnica Superior de Bielefeld ofrece también desde el curso pasado estudios de Ingeniería Electrónica sólo para mujeres. Muchas de las estudiantes de la primera promoción han afirmado que no se hubieran matriculado en esta carrera si no hubieran oído hablar de la existencia del programa para mujeres.
La Universidad de Essen comenzará este semestre con estudios de Ciencias Naturales para mujeres. Al mismo tiempo también existe una amplia serie de universidades alemanas que, si bien no disponen de carreras para mujeres, sí que ofrecen algunos seminarios y cursos, sobre todo de Informática y Economía, de acceso exclusivo para ellas.
También es significativo que en la Exposición Universal Expo 2000 de Hannover se haya incluido una Universidad Femenina Internacional (IFU). Se trata de una especie de universidad de verano que funcionará de modo paralelo a la Expo durante los tres meses de este evento. Pero los organizadores esperan que después surjan iniciativas que continúen el trabajo de la universidad femenina en varios países. La IFU contará con 1.000 alumnas y un claustro de 100 profesoras procedentes de todo el mundo que utilizarán las instalaciones de varias universidades de Baja Sajonia y desarrollarán algunos proyectos interdisciplinares.
Vicente Poveda