Colonia. Según una sentencia del Tribunal Constitucional de Karlsruhe, el Estado alemán deberá ofrecer mayores ayudas fiscales a los matrimonios con hijos para que no queden discriminados respecto a las familias monoparentales. Esta es la conclusión de un caso iniciado por tres matrimonios que se consideraban discriminados fiscalmente frente a los padres solteros, divorciados o viudos.
Las leyes vigentes hasta ahora concedían a las familias monoparentales desgravaciones en el impuesto sobre la renta en concepto de manutención y educación de los hijos. Estas ayudas, sin embargo, sólo eran otorgadas a los matrimonios en determinados casos, como invalidez o enfermedad. Los jueces de Karlsruhe han dictado la anticonstitucionalidad de esta medida apoyándose en el artículo 6 de la Ley Fundamental, que impide favorecer otras formas de convivencia frente al matrimonio.
La sentencia del Constitucional reconoce el derecho de los matrimonios a recibir también las desgravaciones por cuidado y educación de los hijos. El gobierno tiene hasta finales de año para reorganizar el sistema de deducciones por atención a los hijos. Si hasta entonces no toma ninguna medida, a partir del 1 de enero del 2000 los matrimonios podrán deducir 4.000 marcos anuales (2.045 euros) por el primer hijo y 2.000 marcos por cada uno de los restantes. La aplicación de desgravaciones por gastos en educación entrará en vigor a principios del 2002. Por este concepto, los padres podrán deducir 5.616 marcos anuales (2.871 euros) de los ingresos a declarar. Estas ayudas se unirán a las existentes hasta ahora. Los matrimonios podrán seguir eligiendo entre un subsidio de 3.000 marcos anuales (1.534 euros) por paternidad o reducir en 6.912 marcos (3.534 euros) el importe a declarar.
El Tribunal de Karlsruhe considera necesaria la aplicación de estas deducciones, ya que las familias tienen un rendimiento menor que los contribuyentes sin hijos, al tener que emplear trabajo y medios económicos para cuidar a los hijos. Además, según los jueces, esto es siempre así con independencia de que los padres se ocupen personalmente de sus hijos o recurran a la ayuda de terceras personas.
Después de todas estas mejoras, una familia con un solo hijo y unos ingresos brutos de 4.000 marcos mensuales quedaría exenta del impuesto, de modo que se ahorraría 2.800 marcos (1.432 euros) anuales. Una familia con un hijo en que los dos cónyuges trabajen y con unos ingresos brutos totales de 6.200 marcos (3.170 euros) tendría que pagar 3.600 marcos (1.840 euros) menos cada año y ahorraría 360 marcos anuales por un segundo hijo.
Según han afirmado expertos del Ministerio de Hacienda, dirigido por el socialdemócrata Oskar Lafontaine, de la medida se beneficiarán más de siete millones y medio de familias. Los primeros cálculos oficiales indican que el Estado dejará de percibir anualmente unos 22.500 millones de marcos, cerca del 5% del presupuesto federal de este año.
Vicente Poveda