Los reglamentos dictados por la Administración pública tienden a proliferar hasta hacerse muy costosos y prácticamente imposibles de cumplir, observa Robert Samuelson (Newsweek, 7-XI-94) a propósito de la situación en Estados Unidos.
(...) Cada vez hay más regulación con menos beneficios, y todo el proceso resulta cada vez más arbitrario y turbio. Los reglamentos federales ocupan ya un total de 202 volúmenes con 131.803 páginas: catorce veces más que en 1950 y casi cuatroveces más que en 1965. Hay 16 tomos de reglamentos sobre medio ambiente, 19 de reglamentos agrícolas y 2 de reglamentos laborales.
(...) La cuestión no está en que la regulación sea mala. Entre otras cosas, a la regulación debemos que el aire sea más limpio,…
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