Desde 1989 se han abierto unos 16 colegios privados y 10 colegios católicos en la República Checa. Algunas de las nuevas instituciones priman el estudio de asignaturas humanísticas; y, en los católicos, se ofrece enseñanza de la religión: dos importantes complementos a la enseñanza estatal, que tarda en cambiar. Paralelamente, en la ex Alemania oriental la enseñanza privada también empieza a desarrollarse.
La fundación de estos colegios checos permite que los padres puedan escoger alternativas a la educación estatal. Pero no es sólo una ventaja para los padres. Incluso una portavoz del Ministerio de Educación asegura que el nacimiento de colegios privados ha tenido un impacto positivo en el conjunto del sistema educativo vigente: «Resulta arduo introducir nuevos métodos en los colegios estatales. Pero los directores de los colegios públicos están aprendiendo de la inventiva de las instituciones privadas».
Muchos padres afirman que están dispuestos a pagar los colegios privados porque los estatales no han cambiado lo suficiente. Y algunos consideran que, después de 40 años de comunismo, los colegios públicos no están capacitados para dar una orientación moral a sus alumnos. Como el sistema público sigue primando las asignaturas científicas y técnicas, en detrimento de las humanidades, alguno de los nuevos colegios se caracteriza precisamente por la atención a asignaturas como la literatura, la filosofía y la historia. Otra oferta nueva es la enseñanza religiosa, que permite a los padres ejercer un derecho antes impedido.
Pero no todas las instituciones privadas tienen objetivos de educación general. También hace un año se inició en Praga la Escuela de Turismo Arcus, que, para competir mejor con las escuelas financiadas por el Estado, exige a sus alumnos aprender tres idiomas en lugar de los dos tradicionales.
Por otro lado, en Alemania la enseñanza privada también progresa: desde los años 70 hasta 1992 el número de alumnos que van a colegios privados ha aumentado de 290.000 a 436.000, a pesar de que en la zona occidental el total de estudiantes disminuyó en ese mismo periodo de 9 a 7,3 millones.