Según datos correspondientes a 1993, 6,3 millones de norteamericanos menores de edad (el 27%) viven sólo con su madre soltera (o su padre soltero, en algunos casos). En 1983 se encontraban en ese caso 3,7 millones de niños y adolescentes, y en 1960, sólo 243.000. Esta evolución es consecuencia de un aumento espectacular de nacimientos extramatrimoniales, que ha sido del 70% en los últimos diez años. Así lo revela el último informe anual sobre la situación familiar de los norteamericanos, que acaba de publicar la Oficina del Censo.
El fenómeno afecta sobre todo a la población negra, en la que el 57% de los menores viven sólo con su madre soltera. La proporción es del 21% para los chicos de ascendencia europea y del 32% para los hispanos.
El informe incluye otras estadísticas que reflejan signos de decadencia familiar. Por ejemplo, el número de divorciados ha pasado de 4,3 millones en 1970 a 16,7 millones el año pasado. En el mismo periodo casi se ha duplicado el número de adultos no casados, al pasar de 37,5 millones a 72,6 millones; en 1993, el 58% eran personas que nunca habían estado casadas.
Por otra parte, continúa subiendo la edad media de contraer el primer matrimonio, que el año pasado alcanzó los 26,5 años para los hombres y los 24,5 años para las mujeres, las medias más altas desde 1890.
También este fenómeno es más marcado entre los negros, como cabía esperar ante la extraordinaria frecuencia de nacimientos extramatrimoniales en esta parte de la población. En efecto, el 22% de las mujeres negras de 40-44 años no se han casado nunca, caso en que se encuentran sólo el 7% de las blancas de la misma edad.