Disminuye la emigración a países industrializados
La mayor parte de los extranjeros trabajan en los empleos del sector de servicios que requieren menos cualificación
Desde finales de la década de los 80 el número de personas que emigran a los países industrializados venía aumentando continuamente. Sin embargo, en 1992 y el primer trimestre de 1993 se ha desacelerado el proceso, excepto en Estados Unidos, Suecia y Alemania, según el último informe anual sobre tendencias migratorias elaborado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Como posibles causas de la desaceleración figuran el menor crecimiento económico y el aumento del desempleo en los países receptores, así como algunas medidas legales para impedir el abuso del derecho de asilo. Sin embargo, la OCDE considera prematuro afirmar que la evolución reciente vaya a continuar a largo plazo.
A pesar de las previsiones, no se ha cumplido el esperado gran éxodo europeo de Este a Oeste. No obstante, la guerra de los Balcanes ha desencadenado movimientos migratorios muy fuertes hacia Alemania y, en segundo lugar, hacia Suecia y Austria. Las minorías étnicas que emigran desde Europa central y la antigua URSS se dirigen mayoritariamente a cuatro países: Alemania, Grecia, Turquía y Finlandia. Por su parte, los inmigrantes provenientes de África del Norte y del África subsahariana se han establecido sobre todo en Francia, Italia y España.
La influencia de la inmigración en los mercados laborales es otra cuestión estudiada en el informe. De 1981 a 1991 la población activa extranjera ha aumentado en todos los países de la OCDE, pero especialmente en Luxemburgo, Suiza y Austria. En algunos sectores los emigrantes llegan a superar en proporción a los trabajadores nacionales.
Las ocupaciones donde más abundan los empleados extranjeros pertenecen a las áreas del comercio, los restaurantes, la hostelería y los trabajos de reparaciones. En Francia la mano de obra extranjera se concentra primordialmente en la rama de la construcción, que en los otros países aparece como en el tercer lugar de empleos de extranjeros. La mayor parte de los puestos ocupados por los emigrantes son poco cualificados. En general, son también más vulnerables en momentos de crisis.
Pero en la mayoría de los países los extranjeros empleados en el sector de servicios aumentan a más velocidad que la mano de obra nacional. En Suiza, Alemania y Francia, se verifica esta tendencia en muchas ramas del sector terciario, si se exceptúan algunas como el correo, la administración pública y los seguros, donde el empleo extranjero disminuye, o aumenta más lentamente que el empleo nacional. En estos países los inmigrantes tienen acceso a algunas profesiones como auxiliares financieros o de seguros, a las promotoras o sociedades inmobiliarias, las asesorías o los servicios sociales y culturales. La mayoría de estos empleos son cualificados o altamente cualificados.
El porcentaje de extranjeros del total de parados varía entre el 8 y el 16% en seis países europeos (Alemania, Austria, Francia, Países Bajos, Suecia y Bélgica). Sin embargo, en otros países es especialmente elevado, como en Suiza, donde alcanza el 39%, pues muchos extranjeros trabajaban en sectores en crisis, como el metalúrgico, la hostelería y la construcción.