Los funcionarios franceses podrán reducir hasta un 50% el tiempo dedicado al trabajo, si están dispuestos a que su salario disminuya en la misma proporción. Además, podrán elegir cómo distribuir su dedicación a lo largo del año, y los superiores tendrán que ingeniárselas para proveer las suplencias. El objetivo de la medida es que el Estado pueda admitir más funcionarios sin aumentar el gasto total en retribuciones: reducir el paro (12,6%) sin inflar los presupuestos.
La dedicación parcial ya existía en la función pública francesa; pero sólo tiene ese estatuto el 10% del personal, en buena parte porque no es fácil conseguirlo. A partir de ahora, el sistema será mucho más flexible. La reducción no se aplicará necesariamente a la sema…
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