La figura del cardenal Ildefonso Schuster, arzobispo de Milán (1929-1954), ha despertado en los últimos meses un gran interés editorial en Italia con motivo de su beatificación, que Juan Pablo II proclamará el 12 de mayo en la plaza de San Pedro. Y es que los veinticinco años que el purpurado estuvo al frente de la mayor diócesis italiana coinciden también con uno de los periodos más convulsos de la historia reciente del país: apogeo y caída del régimen fascista, guerra mundial, resistencia partisana e inmediata postguerra, con la amenaza comunista.
El cardenal Schuster nació en Roma en 1880 en el seno de una familia muy humilde. Su padre, originario de Baviera, había servido como infante en los ejércitos pontificios durante veintic…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.