Según los optimistas, Internet es una bendición para las escuelas. Permite a los alumnos entrar en contacto con compañeros de cualquier parte del mundo, «visitar» museos o bibliotecas de otro modo inaccesibles, y obtener gran cantidad de información. De hecho, en los centros donde se usa habitualmente Internet como instrumento de enseñanza, los chicos están entusiasmados.
Para los escépticos, la popularidad de Internet entre los alumnos no es prueba de eficacia educativa. Los chicos, dicen, se acostumbran a hojear vistosas páginas en la pantalla, en vez de estudiar o participar en trabajos creativos. Por otro lado, el inmenso cúmulo de datos almacenados en Internet no es lo que necesita un escolar. La red está llena de informaciones fútiles, incompletas o erróneas. Sin brújula para orientarse, el alumno está indefenso. Y pocos profesores tienen la preparación o el tiempo necesario para seleccionar el menú adecuado para los estudiantes.
En cambio, hay más acuerdo en que Internet es una herramienta valiosa para dar vida a la comunidad escolar, facilitando las comunicaciones. Ya hay proveedores que se han lanzado por este camino. Edunet (www.edunet.es), un proveedor español, ofrece servicios específicos a los colegios. Así, un centro puede introducirse en Internet y además tener una «mini-red» propia, con la que comunicarse fácilmente con los padres. Por ejemplo, el colegio puede enviarles avisos por medio del correo electrónico, más rápido y barato que las cartas, y también poner a disposición de los padres o de los alumnos toda clase de documentación útil. Por su parte, las familias pueden realizar fácilmente consultas al colegio sobre horarios, calificaciones, actividades extraescolares, reuniones de la asociación de padres…, o concertar citas con los tutores de los hijos dejando la petición en el buzón electrónico del profesor.
Otro aspecto interesante para las familias es que Edunet les proporciona una conexión «limpia» a Internet, que excluye los materiales -violentos, pornográficos…- inadecuados para los hijos. En este caso, el filtro reside en el propio servidor, de modo que el usuario no tiene que instalar ningún programa en su ordenador ni preocuparse de actualizarlo periódicamente.
Con iniciativas como ésta, una escuela puede sacar provecho de Internet como medio de comunicación. Claro que eso no afecta directamente a la calidad de la enseñanza. Como sentencia Steve Jobs, uno de los fundadores de Apple: «Los defectos de la enseñanza no se pueden arreglar con tecnología… Podemos poner un sitio web en cada escuela: eso no es malo… a menos que nos lleve a creer que así estamos haciendo algo para resolver los problemas de la enseñanza» (entrevista en Wired, febrero 1996).
Ignacio F. Zabala