Los efectos nocivos que siempre se han atribuido a la radiación atómica podrían haber sido exagerados, según nuevos estudios. En Japón, las estadísticas ofrecen sorpresas: las personas que, en los ataques nucleares contra Hiroshima y Nagasaki en 1945, estuvieron expuestas a dosis limitadas de radiación, viven más que las que no recibieron ninguna radiación. Por supuesto, las que estuvieron más cerca de la zona de máxima radiación han muerto en número muy alto, como cabía esperar, víctimas del cáncer.
En Estados Unidos, según estudios epidemiológicos de la Universidad John Hopkins, de las decenas de miles de trabajadores de los astilleros navales que estuvieron expuestos a la radiación en los años 60 y 70, ninguno ha enfermado por es…
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