No se puede poner en duda la validez del matrimonio por el hecho de que surjan dificultades, pues eso equivaldría a tener una visión idealizada de la vida humana. Fue esta una de las ideas que Juan Pablo II expuso el pasado 27 de enero, durante el tradicional discurso a los miembros de la Rota Romana en el inicio del año judicial.
El Papa dijo que la visión cristiana del hombre y del matrimonio se caracterizan por un sano realismo, que tiene presente la "necesidad del sacrificio, de la aceptación del dolor y de la lucha como realidades indispensables para ser fiel al deber". Por esta razón, añadió, carecería de sentido tratar las causas matrimoniales -que es una de las actividades principales del tribunal de la Rota- tomando como cr…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.