El gobierno holandés aprobó el pasado día 11 un proyecto de ley por el que abre el matrimonio civil a parejas del mismo sexo. Si el Consejo de Estado, primero, y la Primera Cámara y la Segunda, después, lo aprueban, dentro de un año las uniones de lesbianas y homosexuales serán consideradas matrimonios.
El gobierno holandés actual está formado por el partido socialista (PvdA), los liberales (VVD) y un partido demócrata izquierdista (D66). El gobierno ha dado como motivo de esta decisión «el interés por que se refuerce la igualdad de trato a parejas de lesbianas y homosexuales». Desde el 1 de enero de 1998, las parejas del mismo sexo podían registrar su unión mediante un contrato en el ayuntamiento (cfr. servicio 4/98). El gabinete es consciente de que en el extranjero este matrimonio de homosexuales no será reconocido, razón por la cual también se va a mantener la posibilidad de las uniones de contrato registrado, y dentro de cinco años se evaluará si tiene sentido conservarla o no.
Aunque según este proyecto de ley el matrimonio civil será para todo tipo de parejas y se exigirán las mismas condiciones, mantendrá, sin embargo, una diferencia con el de parejas heterosexuales. En el caso de que nazca un hijo en una relación homosexual gracias a la intervención de una tercera persona, ésta seguirá manteniendo sus derechos. Sólo habrá una relación familiar si un juez acepta la adopción por parte de la pareja.
La vicepresidenta del gobierno, Annamaria Jorritsma, comentó confiada después del consejo de ministros en el que se aprobó el proyecto de ley que «Holanda va a la cabeza en cuestiones éticas y no materiales y el mundo reaccionará con extrañeza ante el matrimonio de homosexuales. Pero la práctica enseña que después de un tiempo aceptan nuestras posiciones».
El portavoz de la organización gay COC, Henk van Pelt, declaró al diario de Amsterdam Het Parool que casi están satisfechos, pero lamentan todavía que el asunto de la paternidad «no esté solucionado del todo».