Colonia. La Iglesia luterana alemana, a la que pertenecen 28 millones de protestantes, ha registrado en el último año una baja de sus ingresos cercana al 10%. El principal motivo de la disminución es el alto número de personas que anualmente abandonan la Iglesia.
En los últimos siete años, la Iglesia luterana ha tenido que reducir su presupuesto en torno a un tercio, a causa de los fieles que se dan de baja para no pagar el impuesto eclesiástico. En el este de Alemania los ingresos por el impuesto eclesiástico han bajado un 26% entre 1995 y 1997, y en el oeste un 6,5%. Pese a que el índice de abandonos va disminuyendo paulatinamente, rebasa todavía al número de bautizos y admisiones.
En Alemania, la mayoría de personas que abandonan una confesión religiosa suelen hacerlo para no pagar el impuesto eclesiástico, que supone entre el 6% y el 9% del impuesto sobre la renta. Para obtener la exención basta una declaración ante un tribunal administrativo. En Alemania, a diferencia de España o Italia, no está previsto que quienes no contribuyan con sus impuestos al sostenimiento de la Iglesia lo hagan a otros fines sociales. Así que quienes se dan de baja en una Iglesia se ahorran ese dinero. A causa de la gravosa fiscalidad y el aumento del paro, sobre todo en el este, muchos dan ese paso.
En vista de los resultados económicos obtenidos, el consejo central de la Iglesia luterana, reunido el mes pasado en Münster en su sínodo anual, ha constituido una comisión que se encargará de estudiar la situación financiera y de elaborar un plan de ahorro acorde con las necesidades actuales. Es de suponer que algunas instituciones de enseñanza como, por ejemplo, las escuelas superiores de música sacra, no puedan seguir siendo mantenidas por la Iglesia luterana. Sin embargo, según se ha decidido en el sínodo, no habrá ningún recorte en el campo de la publicidad.
Por otro lado, pese a que algunos críticos achacan a la Iglesia católica el estar perdiendo fieles en Alemania por su rigidez en ciertos puntos doctrinales y morales (celibato sacerdotal, sacerdocio femenino, divorcio, anticoncepción, disenso teológico, etc.), la Iglesia luterana, que ha admitido esas reformas o es bastante más laxa, sigue viendo cómo los fieles se dan de baja.
En 1997, el número de personas que han abandonado la Iglesia católica sigue siendo alto (123.000), pero menor que el de 1992, cuando alcanzó el nivel más elevado (195.000) desde el final de la II Guerra Mundial. Al mismo tiempo, ha aumentado el número de bautizos (262.000, 4.000 más que en 1996), de readmisiones (7.500) y de protestantes recibidos en la Iglesia católica (3.600). El bautismo de adultos fue administrado a 15.000 personas. El número total de católicos ascendió en 1997 a 27.383.060, lo cual supone un 33,4% de la población alemana.
Vicente Poveda