El Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos francés (Insee) ha puesto de manifiesto la considerable ventaja económica de la vida en pareja frente a la soltería. Supuesto el mismo nivel de vida de partida, al formarse una pareja (sin hijos) los cónyuges no necesitan sumar dos ingresos de solteros para mantener ese nivel económico; basta que sumen uno y medio. A partir de ahí aumenta la capacidad económica en conjunto. La principal fuente de los ahorros proviene de compartir la vivienda.
Dejar la soltería resulta máximamente rentable cuando los cónyuges tienen ingresos idénticos: el nivel económico aumenta en total un 30%. Mientras la diferencia de salarios de los cónyuges no exceda el 50%, sigue habiendo mejora conjunt…
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