Contrapunto
En los tiemposque corren toda supresión de puestos de trabajo es lamentable. Tampoco es una buena noticia que Euro Disney vaya a suprimir 950 empleos de un total de 11.100 asalariados. Pero, al menos, tranquilizará a quienes temen que la cultura europea resulte dominada por el mercantilismo de la diversión que viene de América. Cuando se inauguró Euro Disney en las cercanías de París, Mickey Mouse fue recibido con uñas en los ambientes culturales franceses. A sus ojos, Disney significaba trivialización, folklorismo comercial, colonialismo cultural. ¿Hay que dejar la cultura sometida a la ley del beneficio?, se preguntaban. Pero, hasta la fecha, no hay beneficios sino pérdidas: 1.500 millones de francos entre octubre de 1992 y junio de 1993. El excesivo endeudamiento, un número de entradas inferior al esperado y unos gastos cada vez menores por visitante, han contribuido a que crezcan los números rojos.
En un momento en que Parque Jurásico arrolla en las taquillas del Viejo Continente, los defensores de la «excepción cultural» europea pueden consolarse con las tribulaciones del parque de Disney. ¿Llegará Euro Disney a ser rentable? Quizá si contrata algunos dinosaurios…
Ignacio Aréchaga