Contrapunto
Un pasquín en el Metro: «Hazte objetor. Así contribuirás a que la mili sea voluntaria». Un tipo de llamamiento que sólo contribuye a descalificar la objeción que pretende defender. Pues una de dos: o bien mi conciencia me exige no empuñar las armas, y en tal caso debo seguirla imperativamente, me acarree o no un perjuicio, contribuya o no a que la mili sea voluntaria; o bien no me lo exige, en cuyo caso no puedo ser un verdadero objetor. La idea de «hacerse objetor» sugiere que uno puede elegir o no esa opción, lo cual es bien distinto del caso de quien no puede hacer otra cosa para seguir su conciencia. Pero quizá hoy día hay objeciones de conciencia que se confunden con opciones de conveniencia.
Ignacio Aréchaga