La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que tres millones y medio de personas mueren cada año en el mundo por traumatismos debidos a la violencia, accidental o intencional. Otras tantas quedan con incapacidad total y un número diez veces mayor padece incapacidad parcial por ceguera, pérdida de un miembro… Estos datos muestran que los traumatismos son un grave problema de salud pública, al que la OMS dedica este año la Jornada mundial de la salud que se celebra el 7 de abril.
De los fallecidos violentamente, más de un millón corresponden a muertes provocadas: 750.000 suicidios y 275.000 asesinatos. Las estadísticas más recientes de la OMS muestran que Hungría es el país con mayor tasa de suicidio: 48,4 por cada 100.000 varones, y 14,6 por cada 100.000 mujeres. En homicidios, entre los países más violentos figura en cuarto lugar la ex URSS (16,3 muertes por cada 100.000 habitantes en 1990), mientras que Estados Unidos ocupa el séptimo puesto con 13,3. En cambio, en otros países del mundo occidental la tasa por homicidio está en torno a un muerto por 100.000 habitantes.
Los otros 2,5 millones de muertes son involuntarias y se deben a accidentes sufridos en la carretera, en el trabajo, en casa, o bien a incendios, ahogamientos, envenenamientos o caídas, así como a catástrofes naturales.
La cuarta parte de las muertes por traumatismos se deben a accidentes de circulación: 210.000 en los países desarrollados y 515.000 en los países en vías de desarrollo. El número de heridos se sitúa entre 10 y 15 millones. Las muertes por accidentes de circulación han ido aumentando en los países en desarrollo a medida que hay más vehículos: una encuesta que incluye a 18 naciones revela un crecimiento del 13% en diez años. En cambio, hay un descenso de estas muertes en los países industrializados, debido a la construcción de autovías y autopistas, y a una mayor prevención.
Estados Unidos, que es el país más motorizado del mundo, es también el que registra el menor índice de accidentes: 2,5 muertes por cada 10.000 vehículos. Las víctimas de los accidentes mortales de circulación son sobre todo jóvenes. Las cifras relativas a 18 países europeos muestran que las tasas de traumatismos registradas en el grupo de edad de 15-24 años son al menos tres veces más elevadas que en cualquier otro grupo. Las causas más destacadas de accidente son el alcohol, el mal estado de las carreteras y el exceso de velocidad: en 1967, sólo el 10% de los vehículos podía alcanzar los 150 Km/h mientras que en 1987 lo hace el 75%.
Los jóvenes y los ancianos son los grupos más castigados por los traumatismos mortales. Así, aunque en el mundo industrializado son la tercera causa de mortalidad detrás de las cardiopatías y el cáncer, representan el principal motivo de muerte en los varones de menos de 44 años y en las mujeres de menos de 34. Menos importancia tienen, con respecto a otras causas de mortalidad, en los países en vías de desarrollo, aunque figuran entre las cinco primeras causas.
Para las personas de más edad, gran parte de los riesgos se deben a accidentes domésticos: en Estados Unidos, las intoxicaciones y las caídas representan las tres cuartas partes de los traumatismos sufridos por los mayores de 65 años. Por otro lado, los niños se encuentran expuestos a intoxicación por la presencia en el hogar de sustancias peligrosas. En el Reino Unido el 57% de los niños atendidos por esta causa habían ingerido medicamentos y el 37% productos de jardinería.