La reciente reunión de expertos sobre métodos naturales de regulación de la natalidad, celebrada en el Vaticano (ver servicio 169/92), publicó una declaración final de la se reproduce aquí una parte. El texto íntegro apareció en la edición semanal en español de L’Osservatore Romano (25-XII-1992).
Los métodos naturales son fáciles de enseñar y comprender; se pueden emplear en todo contexto social y no están condicionados a la alfabetización.
La salud de las madres y de los niños mejora con el distanciamiento natural de los nacimientos, y no comporta daño alguno ni a la madre ni al niño. Los métodos naturales no hacen daño a la salud de los cónyuges.
La libertad y los derechos de la mujer o del marido son respetados por estos métodos, que se centran en la mujer y en la integridad de su cuerpo.
Puesto que los métodos naturales indican el periodo de la fertilidad, pueden ayudar a los cónyuges a conseguir el embarazo. De hecho, han logrado la felicidad de parejas de esposos que se enfrentaban a la aparente infertilidad.
Los métodos naturales desarrollan una relación interpersonal más profunda entre los esposos, basada en la comunicación, las decisiones compartidas y el respeto recíproco. Fortalecen el matrimonio y, por tanto, la vida familiar.
Los métodos naturales promueven una actitud positiva con relación al niño, respetando la vida humana en todas las etapas de su desarrollo.
Los métodos naturales son compatibles con todas las culturas y todas las religiones.
El desarrollo de la responsabilidad sexual, entendida como castidad antes del matrimonio y fidelidad en el matrimonio, es estimulado por el conocimiento de la propia fertilidad. Por eso, la enseñanza de la planificación natural de la familia es de primaria importancia para proteger la salud reproductiva, que comprende la prevención del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.
Dichos métodos no constituyen un peso económico para las familias, y por eso muchos hombres y mujeres en los países en vías de desarrollo los aceptan más fácilmente.
A la luz de los beneficios que comportan los métodos naturales, y convencidos de que cada mujer tiene derecho a comprender su fertilidad:
1) Recomendamos que la Iglesia multiplique de modo significativo sus esfuerzos para enseñar los valores religiosos y humanos contenidos en su tradición y en particular en la Humanae vitae y en la Familiaris consortio, y en la catequesis del Papa Juan Pablo II sobre «el amor humano en el plan divino», y en otros documentos del Magisterio.
2) Recomendamos que los métodos naturales se pongan en todas partes al alcance de los cónyuges. Pedimos a los gobiernos y a las organizaciones privadas que ayuden positivamente y apoyen a las parejas de esposos en esta iniciativa.
3) Recomendamos que los métodos naturales se enseñen en todas las facultades de Medicina. Pedimos a la profesión médica que estudie y promueva los métodos científicos de planificación natural de la familia como paternidad responsable y los ponga a disposición de las mujeres y los hombres.
4) Recomendamos que se enseñen los métodos naturales gradualmente a jóvenes, hombres y mujeres, antes de que entren en la vida conyugal.
5) Apoyamos la lactancia natural para el bien de la familia, del niño y de la madre; también, como modo de espaciar los nacimientos, y apoyamos una política pública que estimule a las madres a amamantar a sus hijos.
6) Recomendamos una mayor investigación multidisciplinar para ayudar a los cónyuges en una paternidad responsable con métodos naturales.
7) Recomendamos que se proporcionen los fondos necesarios para la investigación y la promoción de la regulación natural de la fertilidad humana.
8) Recomendamos que se instituyan asociaciones nacionales en todos los países, de modo que los promotores de todos los métodos naturales puedan colaborar, apoyarse e intercambiar informaciones.
Pedimos a los pastores prestar una atención efectiva a las orientaciones pastorales formuladas en la Humanae vitae y en la Familiaris consortio, y apoyar de modo concreto las iniciativas de investigación y de enseñanza de los métodos naturales.