Según el informe anual del Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades, la mitad de los alumnos españoles suspenden en el primer curso de la carrera, en el que también se produce una baja tasa de éxito (proporción de alumnos aprobados entre los presentados) y de rendimiento (proporción de alumnos aprobados entre los matriculados). Existe también un alto índice de estudiantes que abandonan los estudios (80.000 al año, 23% con respecto a los nuevos matriculados). Por el contrario, los alumnos que perseveran ven cómo mejoran sus calificaciones en el segundo ciclo, en el que se eleva la tasa de aprobados al 75%. El mal inicio propicia que sean pocos los estudiantes que terminan sus estudios en el tiempo previsto.
El informe anual examina 250 titulaciones correspondientes a 51 de las 64 universidades españolas (un 14% de la oferta total). Según el estudio, las anomalías de la iniciación universitaria son diversas. Aunque el número y la calidad de las prácticas han aumentado, la carga lectiva que soportan los alumnos es excesiva. El decreto de 30-IV-1998, que establecía un plazo de dos años para terminar con los casos de alumnos obligados a cursar más de seis asignaturas en el mismo curso, aún no se ha aplicado con rigor. Todavía son muchos los alumnos que cursan una lista interminable de asignaturas.
Los recursos materiales son otro de los grandes déficits de la mayoría de las universidades españolas. El gran número de alumnos matriculados (1,58 millones en el curso 1998-99) ha hecho que los medios disponibles sean insuficientes. Muchos edificios son demasiado antiguos, planificados para cubrir necesidades de otro tiempo. Las aulas están saturadas y las 91.119 plazas de biblioteca son insuficientes para los universitarios matriculados. Las bibliotecas tienen poco equipamiento y fondos inadecuados. Sorprende la carencia de aulas de informática en la mayoría de los centros, en los que Internet sigue siendo poco utilizado.
Pero no todos los problemas son achacables a las universidades. Los alumnos también tienen parte de responsabilidad. Así, el índice de asistencia a clase es enormemente bajo, y las tutorías solo son utilizadas a final de curso para preparar los exámenes.
La investigación ha mejorado en los últimos años y cada vez se valora más en la carrera docente. Pero aún está muy lejos de lo que reclaman los profesores. Los profesores reclaman un aumento considerable de las proporciones de personal investigador, así como algunas modificaciones en el calendario lectivo que permitan que durante un cuatrimestre descanse la docencia y prime la tarea investigadora.