En Carintia, región austriaca con una minoría de habla eslovena, fronteriza con Yugoslavia, una niña crece en una granja dominada por la presencia de su abuela, superviviente del campo de concentración de Ravensbrück. Mientras amasa el pan junto a ella, da de comer a los animales o prepara tarros de conservas, escucha la historia reciente del valle, que es también la de su familia, y que oscila entre dos necesidades: la de recordar a los aniquilados por la Segunda Guerra Mundial y la de seguir viviendo, a pesar de lo sufrido.
En medio de esas necesidades se encuentran también aquellos que, como su padre, no han logrado despegarse de los horrores padecidos, en su caso combatiendo como partisano. Desde su infancia hasta que termine sus estudios universitarios, esta narradora sin nombre, que escribe siempre en presente y en primera persona, profundizará en ese ambiente, que es “como el que se vive tras una detonación ensordecedora”. “Y, mientras escucho, algo se derrumba en mi pecho, como si una pila de madera echara a rodar hacia atrás, dirigiéndose a un tiempo que es anterior al mío, pero que intenta atraparme, un tiempo al que empiezo a ceder por pura fascinación, pero también por miedo”.
Fascinación y miedo por el recuerdo de los campos de concentración, el hambre, el recuento de los caídos en cada una de las familias, la acción implacable de la Gestapo en la región, el valor de unos y la cobardía de otros, o la solidaridad entre los habitantes del valle, incluso cuando eso suponía arriesgar la vida.
Aunque se presente como una novela, El ángel del olvido puede leerse como una autobiografía de la austriaca Maja Haderlap (1961), que recibió el premio Ingeborg Bachmann por esta obra, en la que recoge su propia experiencia como hija y nieta de supervivientes de la Segunda Guerra Mundial.
Al enorme caudal de relatos sobre el nazismo, este aporta además una relectura sobre el papel de los partisanos, muchas veces heroicos, pero no siempre ejemplares. En el caso de la minoría eslovena de Carintia, los intentos de infiltración de los comunistas yugoslavos estuvieron acompañados de purgas, asesinatos políticos y delaciones. Esto da a la novela un valor añadido como testimonio del conflicto en la región más convulsa de Europa, que se cierra en las últimas páginas del libro con la proclamación de Eslovenia como república independiente, en 1991.
El ángel del olvido es una exploración lírica de la memoria y el recuerdo, llena de pasajes de gran belleza poética. Su ritmo y su voz narrativa, tras algún esfuerzo inicial, convencen al lector y le aportan una comprensión del sufrimiento ajeno que solo se encuentra en la mejor literatura.