Nuevo libro de relatos de Luis Ramoneda (Cervera, 1954), escritor y crítico literario, colaborador de Aceprensa, autor de poemarios, novelas, cuentos y un Manual de redacción. En todas sus obras laten unas mismas constantes literarias y estilísticas: un lenguaje cuidado y llano, pegado a la tierra, y unas tramas y personajes que proceden de la realidad más íntima y cotidiana. Puede encontrarse en Ramoneda una especial sintonía con la literatura de José Jiménez Lozano y Carlos Pujol, autores sobre los que ha escrito mucho.
Como en sus otros libros de relatos (El siglo de Rembrandt y otras historias y Los crímenes del esteta y otros relatos ), los que figuran en este volumen se asemejan en su técnica y en su mundo narrativo. La sustancia argumental es mínima, las escenas son de la vida corriente. Es frecuente la añoranza del ámbito rural, visto como remanso de paz y sosiego. Se aprecia, por ejemplo, en los relatos “Libro de Ruth” y “Los tilos huelen a miel”, donde hay un apego al paisaje, a la naturaleza.
Los temas son de los perennes de la literatura: el amor, la muerte, el paso del tiempo, la vida cotidiana, la significativa intrahistoria… Y el aprecio al valor de las cosas pequeñas, insignificantes, que adquieren un valor simbólico, como en “Una baldosa” y “Espejo”. Esta atmósfera sencilla da unidad a los relatos, escritos con un castellano limpio, nada retorcido, atento a la naturalidad, sobrio y elegante, con el que Ramoneda da forma a un lirismo comedido que añade humanidad, incluso a los relatos en los que se narran situaciones tristes, desesperadas o aun trágicas.
Esta colección de relatos es una muestra más del coherente mundo narrativo del autor: estampas esenciales, llenas de vida, con la que se transmite una visión del mundo donde las gotas de melancolía alternan con el armónico amor a la naturaleza y las tranquilas ansias de vivir y de escribir.