Con esta ópera prima, Jennifer Zeynab Joukhadar, norteamericana de origen sirio, ha obtenido gran éxito internacional. La novela relata dos éxodos: uno en la Edad Media y otro en la época presente. El primero es el de Rawiya, una chica de 16 años que sale de su aldea siria en busca de un legendario cartógrafo. El segundo tiene como protagonista a Nour, una niña que huye con su madre y sus dos hermanas de Homs, una de las ciudades más castigadas en la actual guerra de Siria.
La madre de Nour, cartógrafa y viuda, conduce a sus hijas a través de Jordania, Egipto, Libia y Argelia. Tras pasar hambre, frío, violencia, intentos de abusos y otros peligros, una de las hijas es herida por una bomba y se queda con su madre en Argelia, mientas Nour y la otra hermana prosiguen la marcha hasta Ceuta, escondidas en un ferry. Gracias a un mapa que ha fabricado su madre, logran orientarse hacia lugar seguro.
El relato juega con la contraposición entre los dos viajes. Mientras Rawiya vive una aventura romántica, Nour sufre el horror de la vida de una refugiada, y este contraste entre fantasía y realismo es rico en simbolismo. La autora construye una potente y emotiva historia presidida por cierto tono nostálgico en la que refleja con verismo y detalle la angustiosa existencia de los refugiados. Aunque no ahorra la dureza de ciertas escenas, se centra más en destacar la fuerza de los lazos familiares, la fe en Dios, el valor del esfuerzo y la superación personal; todo a través de unos personajes femeninos fuertes y bien dibujados, y conmovedoras secuencias que arrancan la empatía del lector. Joukhadar escribe con una prosa expresiva y colorista en la que no falta el lirismo necesario para suavizar el argumento.