John Banville (Irlanda, 1945) inició su andadura literaria en los años 70. Autor prolífico durante ese período, ha recibido números galardones, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. En esta novela se inspira en Retrato de una dama, de Henry James.
Habitualmente, los registros temáticos de Banville se centran en la problemática humana: sentimientos, miedos y obsesiones que, frecuentemente, quedan sin resolver. En su escritura suele brillar más la estética de aspectos formales y estilísticos que el núcleo o materia argumental, aunque hay notables excepciones, como La rubia de ojos negros, excelente novela policíaca escrita por encargo de los herederos de Raymond Chandler (1888-1959).
La señora Osmond es un audaz proyecto que su autor resuelve con eficacia y oficio. La protagonista, como en el libro clásico, es la joven norteamericana Isabel Archer, que al llegar a Europa se casa con un hombre sumamente atractivo, pero que la manipula para quedarse con su dinero mientras la engaña con una amante.
Isabel, totalmente descolocada por su fracaso amoroso, abandona su mansión romana y se instala en Londres. Despechada y humillada, intenta gestionar su dolor y, lentamente, concibe un hábil plan para vengarse y recuperar su libertad. El trazado del mundo interior y de la personalidad de la protagonista es uno de los elementos mejor trabajados del libro y el resultado es un magnifico “retrato de otra dama”, cuajado de matices y capas psicológicas.