La primera novela de Lidia Chukóvskaia, Sofia Petrovna, una ciudadana ejemplar, tardó cincuenta años en publicarse por culpa de la censura soviética. En ella, la autora se propone denunciar los métodos de control soviéticos, intención que, con otro estilo, vuelve a aparecer en Inmersión.
En primera persona, se cuenta la estancia de la protagonista, Nina Sergueievna, en una casa de reposo para escritores adonde se traslada para tener unos días de descanso, escribir y traducir, y, sobre todo, para reflexionar, encontrarse consigo misma y repasar su vida. Nina vive en Leningrado con una hija de catorce años y todavía no ha superado la detención de Aliosha, su marido, en 1938, al que condenaron a diez años de prisión sin derecho de corresponden…
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