Se ha anunciado este libro póstumo de André Glucksmann (1937-2015) como el testamento intelectual que recoge, a partir de una rica interpretación del Cándido de Voltaire, sus principales convicciones. La conclusión es que, para el filósofo francés, el hombre contemporáneo ha dejado de pensar en la frágil condición de sus libertades y está narcotizado por un optimismo superficial que le hace hipócrita e intolerante.
El compromiso existencial de Glucksmann con la disidencia, su defensa del individuo contingente, crítico y suspicaz con toda manifestación de poder, es un rasgo destacable en todas sus obras. En ellas reivindicó los valores ilustrados pero sostuvo que cualquier intento de fundamentación puede ser opresivo. Esa es la gran aportaci…
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