Sean Covey, hijo del famoso autor de Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, ha decidido difundir las enseñanzas de su padre y adaptar los siete pilares de la persona madura a los problemas de la infancia, la adolescencia o la familia. En un momento como el actual, en el que prolifera el coaching serio pero también un rentable merchandising de la autoayuda ridícula, es bueno recordar a pioneros serios que, como Covey, reivindicaron una concepción clásica de la virtud y la importancia de formar el carácter para lograr una existencia plena, y divulgaron estas ideas con un lenguaje moderno y atractivo para el hombre de hoy.
Las seis decisiones más importantes de tu vida es un manual que ayuda a que el joven madure y tome conciencia de que es un ser libre y que está en su mano desarrollar todo su potencial, pero también malgastarlo dejándose llevar por la moda, lo placentero o arbitrario. En este sentido, le explica que todas sus acciones determinan, de alguna u otra forma, su futuro y, por tanto, su felicidad. En esas circunstancias, el libro constituye una llamada de atención que incitará al adolescente a salir de la comodidad, el conformismo ambiental o mediático y la impostura rebelde. Tomando como base los hábitos que popularizó su padre, Covey anima al lector a pensar en el medio y largo plazo y a no restringir su reflexión a lo más inmediato.
El libro invita a ejercitar una libertad responsable, pero concreta y detalla cómo se pone en práctica ese ideal. Así analiza las decisiones que se pueden tomar en los ámbitos en que transcurre la vida del adolescente; en concreto, le incita a pensar qué es lo que quiere en relación con el colegio, con sus amigos o con sus padres, valorando los pros y los contras y las virtudes que se pueden desarrollar; aclara lo que son las relaciones sentimentales, cómo tratar con las adiciones –el tabaco, las drogas, pero también la pornografía– y los medios para vencerlas, y, finalmente, la forma de construir una sana autoestima.
La idea de fondo no es decirle lo que debe hacer, lo que provocaría rechazo o recelo en el joven, sino que sea capaz de descubrirlo por sí mismo, adiestrándole en la práctica de la prudencia y de la deliberación. El libro es premeditadamente desenfadado, se aleja claramente de los reproches y evita ese tono condescendiente en el que incurren a veces los adultos al hablar con los adolescentes. Está repleto de divertidas ilustraciones y requiere una lectura activa, pues propone actividades y preguntas. Es al mismo tiempo muy formativo. Puede ser un recurso eficaz y un interesante complemento en la tarea educativa de la familia y el colegio.