El acusado es el tercer relato que John Grisham dedica a Theodore Boone. Comienza con el juicio pendiente del primer relato de la serie, Theodore Boone, joven abogado, que se ha de aplazar por la incomparecencia del acusado. En cambio, Theo ve que alguien ha robado en su taquilla, que alguien le pincha una y otra vez la bici y, finalmente, que aparecen en su taquilla unas tabletas y móviles robados: no sabe quién puede ser y aparece, a la vista de la policía, como el sospechoso principal. Un hábil pero discutible consejo de su tío Ike le pondrá sobre la pista.
No hay nada nuevo para el seguidor del autor y del personaje. El relato es ameno y contiene más información sobre cómo funcionan la policía y el sistema judicial norteamericano. De nuevo Theo no encuentra el momento para hablar con sus padres porque están muy ocupados; de nuevo se plantea qué es lo correcto y qué no lo es, en unos casos un poco límite, sin poder llegar a una conclusión bien definida; otra vez se ven las graves consecuencias, en los hijos y en la sociedad, del deterioro de tantas familias rotas. Además, Grisham expone bien cómo son las reacciones interiores de un chico ante algunos comportamientos y consejos de adultos.