Con este tercer volumen concluye la obra dedicada a exponer teológicamente y de modo sistemático el mensaje de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, acerca de la santificación del trabajo y de la vida corriente. El primer volumen trató de la finalidad última de la vida del hombre: la gloria de Dios. El segundo se centró en la perfección del cristiano como hijo de Dios. Este tercer volumen aborda la santificación de las tareas profesionales y familiares, la lucha por la santidad y los medios de santificación y apostolado. Concluye con un epílogo sobre la “unidad de vida”.
Los autores, para explicar esta tercera entrega, se valen del ejemplo universal de la existencia como un camino: “En un viaje, sobre todo si es a pie, se pueden considerar tres aspectos (…): el terreno por el que se camina, el esfuerzo que hace falta para recorrerlo y los medios con los que cuenta el caminante. En correspondencia con estos tres aspectos se encuentran los tres capítulos de esta Parte: el primero sobre la vida ordinaria y especialmente el trabajo profesional como ‘terreno’ o ‘materia’ del camino de santificación; el segundo sobre la ‘lucha’ necesaria para recorrer ese camino; y el tercero sobre los ‘medios’ de que dispone el cristiano para avanzar por él”.
El epílogo dedicado a la “unidad de vida” desarrolla la síntesis del espíritu enseñado por San Josemaría, que se deja ver en textos suyos como éste, citado en el libro: “Hay una única vida, hecha de carne y espíritu, y esa es la que tiene que ser –en el alma y en el cuerpo- santa y llena de Dios: a ese Dios invisible, lo encontramos en las cosas más visibles y materiales. No hay otro camino, hijos míos: o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no lo encontraremos nunca”.
En conjunto, es un valioso estudio de teología espiritual, que pone de manifiesto cómo el fiel corriente puede alcanzar la plenitud de la vida cristiana buscando a Dios en su existencia diaria.
