Sorprendente novela policíaca escrita por la española Rosa Ribas (1963) y la alemana Sabine Hofmann (1964), ambas filólogas. La acción transcurre en Barcelona, en 1952, en vísperas del Congreso Eucarístico Internacional. Estamos en pleno franquismo, del que se ofrece una imagen muy crítica, y todos los acontecimientos hay que encuadrarlos en ese contexto político para así poder entender las tramas del poder, la corrupción y las pugnas entre facciones. La sociedad que se describe es timorata; el miedo a manifestar las opiniones y el temor a caer en desgracia o ser denunciado como desafecto al régimen tiene una importancia relevante en el desarrollo de la novela. La policía está al servicio del gobierno, sus métodos son poco ortodoxos y su moral y concepto de la justicia están poco claros. Este contexto sociológico y político es clave en la novela, y un cierto escoramiento ideológico de las autoras no interfiere sustancialmente en el relato.
Con motivo de la investigación del asesinato de Mariona, una mujer muy conocida de la burguesía catalana, al inspector Isidro Castro, hombre duro y de trato desagradable, le imponen una joven periodista, Ana Martí, para que le acompañe y dé la cobertura informativa conveniente a la investigación. Pero Ana, que lleva el periodismo en la sangre, deseosa de cosechar méritos y de subir en el escalafón profesional, no se conforma con este papel secundario y por su cuenta va haciendo pequeños descubrimientos que revelan la complejidad y profundidad del caso.
Ana acaba pidiendo ayuda y confiándose a Beatriz, pariente suya y profesora de literatura, que se verá totalmente implicada en estos sucesos. La aportación de un razonamiento nuevo, con muchos elementos literarios, no solo dan colorido al relato, sino que son fundamentales para su resolución.
Buena novela policiaca, original trama, mejor puesta en escena y un destacable clímax que da mucha fuerza a la narración. Y, además, muy bien escrita, con un lenguaje pulido y muy cuidado. Su lectura es adictiva.