Alex Ross publicó recientemente El ruido eterno, que fue éxito de ventas. Ahora, en Escucha esto comienza con una declaración de principios sobre la crítica musical, los compositores y la música en sí misma, con su rechazo a separar música clásica y música pop.
Escucha esto no es una mera recopilación de artículos escritos por Ross para The New Yorker, donde ha sido crítico musical desde 1996. El libro tiene una estructura bien pensada y es muy rico en sus afirmaciones y referencias. Ross escribe su autobiografía musical, recorre distintos géneros, diversos tipos de músicos y escribe sobre clásica como si fuera pop y viceversa. “Chacona…” es un artículo nuevo en el que hace una historia de la música desde las características de ese tipo de composición continuando con el blues, el riff y el hiphop. En todos los capítulos combina la descripción musical más estricta con rasgos biográficos del músico o del grupo, experiencias personales, referencias a otros compositores y estilos.
Ross conoce en profundidad la música de la que habla, está bien documentado y ha viajado acompañando a distintos intérpretes. Escribe como buen periodista, divulgador y narrador excelente. Usa metáforas sorprendentes e imágenes nítidas. Tiene ideas propias, y una amplia y profunda cultura musical; sabe de la creación y audición de música, de los estados de ánimo que provoca, del temple humano de Verdi, de Brahms, de Björk, del director de orquesta Esa-Pekka Salonen, de la voz de Marian Anderson, y de cómo informar al lector sobre todo ello con verdadera amenidad y rigor. Trata el tema del silencio, de los sonidos y de las vanguardias en su artículo sobre John Cage. Y de los sonidos de la tierra cuando escribe sobre Adams.
Ross quiere acabar de derribar las fronteras entre lo que habitualmente los críticos han llamado música clásica y la música pop, rock o ligera. Conoce bien la historia de la música y resulta interesante su interpretación de cómo toda música acaba por devenir en música clásica. Resulta un libro muy rico e imposible de sintetizar, que se lee con gusto y pasión. Además, el blog al que alude, en el que recoge gran parte de las audiciones que cita en sus dos libros, ofrece mucho contenido de interés, y permite escuchar online o descargar esa música.
