Se ha convertido en un tópico advertir que la UE necesita “más política y menos economía”, pero Habermas lleva años insistiendo, con más profundidad, en la necesidad de reconfigurar institucional y políticamente lo que hasta ahora solo es una unión económica y monetaria. No le falta razón, en cualquier caso, al afirmar que las deficiencias de la construcción europea se hacen más palpables en un momento como el actual. Por ello mismo, denuncia como simplista buscar soluciones cortoplacistas y económicas a un problema político de mayor envergadura.
La decantación economicista de la UE ha desvirtuado el proyecto europeo, pero sobre todo ha originado un déficit democrático. La ciudadanía es la más desplazada en la toma de decisiones que o bien …
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