Durante los últimos años, han proliferado los libros con consejos prácticos para vivir un matrimonio con éxito, que sirven y gustan a mucha gente. Pero los recetarios -por muy probados que estén- también tienen su riesgo: el de encerrar algo tan complejo y personal como es una relación amorosa en una casuística agotadora.
En El libro del matrimonio, el filósofo y teólogo José Pedro Manglano ha optado por un enfoque distinto: “Esa seguridad de lo que se puede y no se puede hacer, de la respuesta aprendida de memoria, ¿no es posible que en muchos casos esculpa vidas resignadas, en lugar de espíritus libres y conscientes, capaces de contagiar y crear una nueva cultura?”.
La pregunta que plantea Manglano es un disparo en la línea de flotación de una de las sospechas más extendidas de nuestra época: ¿son compatibles el matrimonio y la libertad?; ¿es bueno el matrimonio para mí o tan sólo un mal menor por el que pierdo libertad a cambio de otras compensaciones?
Creo que éste es uno de los grandes aciertos del libro. En un momento en el que la cultura actual se está preguntando “¿para qué casarse?”, no basta con ofrecer un puñado de ideas manidas. Es preciso ponerse en la piel del otro y tratar de averiguar por qué el matrimonio sigue pareciendo a tantos (casados o no) una estrecha “cárcel del amor”.
El autor ya se había planteado el dilema entre libertad y matrimonio en dos libros anteriores: Construir el amor y El amor y otras idioteces. Pero en este nuevo libro ha hecho hincapié en una perspectiva novedosa: entender el matrimonio -sobre todo, el matrimonio cristiano- como un misterio capaz de modelar vidas genuinamente libres.
Este enfoque le lleva a indagar cómo eran las cosas en el origen, conectando así con la sugerente teología del cuerpo desarrollada por Juan Pablo II. De hecho, Adán y Eva son uno de los matrimonios protagonistas de la primera parte del libro, junto a Saint-Exúpery y Consuelo, Balduino y Fabiola o Eloísa y Abelardo.
Tras realizar este esfuerzo de comprensión -“saber actuar exige previamente saber pensar”-, entonces sí, Manglano aterriza en el terreno concreto de la vida matrimonial con diagnósticos y terapias sugerentes. Otro acierto del libro es el estudio histórico de las bodas, del que el autor se sirve para discernir los aspectos esenciales del matrimonio de los que no lo son.