Del siciliano Sciascia (1921-1989) se han publicado en español una veintena de novelas, entre las que destacan El día de la lechuza, El Consejo de Egipto, El caballero y la muerte, Puertas abiertas, El contexto o La bruja y el capitán. La narrativa de Sciascia suele ser policíaca o histórica, géneros que le sirven para denunciar el abuso de poder desde su compromiso ideológico, más o menos en la órbita liberal y radical.
Además de una serie de novelas de ambiente policíaco, que muchas veces se desarrollan en Sicilia, Sciascia escribió una serie de narraciones que no son de ficción, sino basadas en acontecimientos reales que conmovieron a la sociedad italiana y que se acompañan de lúcidas y enriquecedoras reflexiones y críticas, como por ejemplo Los apuñaladores, La desaparición de Majorana o El caso Aldo Moro. Este es también el caso de El teatro de la memoria, traducido en 1986 y ahora reeditado.
Se trata de una historia que nace en torno a la identificación de un hombre amnésico, detenido en 1926 por un pequeño robo en un cementerio de Turín. La esposa de un profesor universitario desaparecido diez años antes en una batalla de la I Guerra Mundial y muchas otras personas se empeñan en que se trata de él, Giulio Canella. Sin embargo, datos policiales y forenses, la familia y un alternativo grupo de presión opinan que se trata de un tipógrafo turinés, Mario Bruneri, buscado por otros delitos menores. Varios juicios en diversas instancias y tribunales dan lugar a que sea cada vez más difícil conocer la verdad entre los engaños del recuerdo y los intereses de una y otra facción, que dividieron a la sociedad italiana.