Según Luis Suárez, Europa no puede entenderse sin el cristianismo. De hecho, hasta el siglo XV Europa y cristiandad eran términos sinónimos. A relatar esos primeros siglos de historia del continente se dedica La construcción de la cristiandad europea en la que Suárez no sólo hace gala de su erudición y manejo de las fuentes, sino que reflexiona sobre algunos fenómenos importantes para comprender el mundo de hoy.
En los primeros siglos de su existencia, el cristianismo, asimilando elementos de la tradición religiosa judía y de la cultura griega, supo establecer un catálogo de valores morales con pretensiones de universalidad que constituyen, por cierto, el elemento común a todas las culturas. Sobre este sustrato y el patrimonio del ordenamiento jurídico romano, surge Europa en el siglo X. Lo que intenta mostrar el profesor Suárez es, por un lado, la universalidad del proyecto cristiano europeo y, por otro, cómo sus logros se han convertido en un ejemplo para el resto de las culturas.