¿Cómo es nuestro cerebro? ¿Qué lo caracteriza? ¿Cuáles han sido los últimos avances en cuanto al conocimiento de nuestro cerebro? ¿Cómo podemos estudiar el cerebro? ¿Es Dios una creación de nuestro cerebro o más bien éste es uno de los frutos indirectos de la creación divina?
En este breve libro los autores pasan revista al estado actual de nuestro conocimiento neurológico del cerebro. Para ello analizan las técnicas más modernas que se utilizan para el estudio de la actividad cerebral. Pero el texto no se ciñe a los aspectos puramente neurológicos, sino que también estudia otras cuestiones como la relación entre el cuerpo y el alma, o si el cerebro es el “lugar de Dios” como sostiene la neuroteología (rama de la neurología para la cual Dios sólo es el producto de una cierto tipo de actividad cerebral), tesis que estaría en consonancia con quienes sostienen que existe un “gen de Dios”, en virtud del cual algunas personas serían más propensas a creer en cuestiones sobrenaturales.
Los autores critican estas tesis y sostienen que los nuevos descubrimientos en neurología no merman ni un ápice el valor del teísmo tradicional, porque estas investigaciones se mueven en el plano puramente fisiológico. De manera que el error de base en el que incurren es “considerar los efectos cerebrales de la experiencia como la esencia de la misma, olvidando el objeto real frente al que la experiencia es una verdadera respuesta humana”.