“Amarga lluvia” es ese dolor profundo y desgarrador que cala en el alma cuando perdemos a un ser querido. María José Brito perdió el año pasado a su hijo Hugo. Una leucemia fulminante se lo llevó a los 18 años y dejó a la madre herida por la pena. Con una prosa limpia, sencilla y expresiva, la madre vuelca sus sentimientos en el papel y los intenta comprender. Habla de su hijo, porque hablar de él le alivia, y compara su pérdida con el “parir hacia dentro”, algo que sólo una madre puede sentir. Lucha consigo misma para encontrar la serenidad y la paz en la vida que a partir de ahora tiene que vivir sin su vida.
El libro es intimista y universal a la vez. La autora abre su corazón, pero también nos invita a reflexionar sobre muchas cosas: sobre la vida y la muerte, sobre el tiempo y sobre Dios (que está más presente entre líneas que in littera), sobre las relaciones humanas y sobre esos sentimientos que a todos nos da miedo sentir. María José Brito pone palabras a lo que muchas personas sienten y no son capaces de verbalizar; en ese sentido, su libro tiene un valor que va más allá del puramente literario. “Nadie que lea este libro -leemos en el prólogo, firmado por el escritor Carlos Goñi- quedará indiferente, haya experimentado o no la pérdida de un ser querido, algo se removerá muy dentro, allí donde cala ineludible la amarga lluvia”.