Ariel. Barcelona (2006). 310 págs. 25 €.
El autor es catedrático de Antropología Física en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona y un consumado especialista en evolución humana. En este libro ha vertido más de dos décadas de experiencia docente e investigación.
Primero, habla del lugar que ocupa el hombre en la naturaleza: de ahí que repase cuestiones relativas a la cladística (su situación en el árbol genealógico de los seres vivos), la primatología o la socioecología; también estudia el lenguaje, el cerebro, la constitución peculiar de nuestra mano y otras cuestiones específicas.
La segunda parte del libro analiza el origen y la dispersión de la superfamilia hominoidea y el debate en torno al posible primer homínido. Los «Australopithecus» y el estudio de la influencia de los cambios climáticos en la evolución humana ocupan el resto. La tercera parte narra la emergencia del género «Homo» y profundiza en el peculiar comportamiento que caracteriza a los humanos. También se repasa la expansión de estos fuera de África. Frente a los partidarios de nombrar muchas especies humanas distintas («erectus», «ergaster», «antecessor», «heidelbergensis», etc.), el autor se inclina por englobar todos los restos pertenecientes a este conjunto de especímenes en un solo clado: «Homo erectus», con una gran variedad intraespecífica. Al final de esta parte se habla sobre la nueva y fascinante especie humana descubierta en Flores.
La última parte del libro se dedica a los neandertales (origen, relación con los «sapiens», extinción, etc.), a los humanos anatómicamente modernos (el autor destaca la paradoja de que la hipótesis «Out of Africa» se puede aplicar muy bien a Europa, pero es más imprecisa en los ejemplares de Asia, donde parece encajar mejor el modelo multirregional). El libro se cierra con dos capítulos dedicados a la conducta humana moderna y a la selección sexual.
Turbón nos ofrece aquí una visión del estado actual de nuestros conocimientos en materia de evolución humana que va más allá de la simple divulgación científica. Tampoco es un manual universitario «sensu stricto», sino un excelente volumen a caballo entre ambas opciones, que puede interesar tanto al lector medio como a especialistas.
Carlos A. Marmelada