Anagrama. Barcelona (2006). 161 págs. 14 €. Traducción: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo.
El Premio Nobel noruego Knut Hamnsun (1859-1952) representa no sólo uno de los hitos más memorables de toda la literatura escandinava sino que además, como reconocieron Thomas Mann o Kafka, desempeñó un papel importante en la configuración de la novelística moderna. Sus extrañas y líricas narraciones (ver Aceprensa 138/05) son un crisol singular de misticismo panteísta y subjetivismo despersonalizado, tendencia estética que preconizara Rousseau y que continuarían novelistas como Hesse o Walser.
«Pan» es una obra maestra de juventud y una muestra paradigmática de sus postulados artísticos. Bajo la forma de una novela corta, pone en escena a uno de sus típicos antihéroes, un ex militar que vive de la caza en una cabaña del mágico norte de Noruega y que experimenta los efectos turbadores del amor en su alma nómada y antisocial. Se enamora de una joven caprichosa y fatal, Edvarda, por quien cometerá muchas tonterías trágicas, pues él está condenado a los bosques y no a los salones, y el amor sólo excita dolorosamente sus contradicciones hasta el enloquecimiento final.
Hamsun es moderno porque encarna la hipertrofiada estación de término del romanticismo: la naturaleza como marco de los hombres solos, el individualismo como único destino, el fatalismo que comporta la pérdida del sentido trascendente en provecho de un sujeto que se diluye y se despersonaliza en la negra succión del todo inmanente. Queda la lírica -hermosa y triste- de la prosa, y el lamento profético por el siglo que empezaba a cumplirse.
Jorge Bustos Táuler