Espasa. Madrid (2006). 256 págs. 21,90 €.
Manuel Chaves pertenece a la rara estirpe de los «pequeñoburgueses liberales» de los años veinte y treinta del pasado siglo, cuando casi lo único que había era extremistas de uno y otro signo. Vivió como periodista los años de la República y de la Guerra Civil española, y desde sus convicciones democráticas abandonó Madrid a finales de 1936 y luego España para instalarse en París, cuando pensó que ya nada podía hacer en aquella lucha cainita en la que ambos bandos habían perdido la razón. Falleció a los 47 años en Londres, en plena Guerra Mundial, y su figura ha quedado casi olvidada.
Ahora Espasa recupera su libro de relatos «A sangre y fuego», publicado en 1937, en el que el autor se sirve de sucesos reales para trazar un marco de enorme fuerza expresiva sobre el ambiente de los primeros meses tras el alzamiento militar. Mucha literatura se ha escrito después sobre la Guerra Civil española, pero pocas novelas o cuentos llegan a la altura literaria (y también habría que decir moral) de estas nueve historias. Aquí se recogen tragedias de uno y otro bando, porque la guerra implica a todos: señoritos andaluces que van a la lucha a caballo, marroquíes mercenarios que no dejan de tener nobleza, asesinos rojos y blancos que se toman la justicia por su mano, obreros sospechosos de fascismo por no apoyar la revolución, falangistas ciegos que entonan el «viva la muerte». Manuel Chaves describe con espléndida prosa la sinrazón de toda guerra civil y el sufrimiento de quienes quisieran ser fieles a sus propias convicciones sin atender a la dictadura de otros. Siempre alguno de sus personajes se esfuerza en no perder la cordura y a veces se rebela hasta el heroísmo, independientemente de sus ideas. Entonces se constata la fragilidad de la justicia, de la honestidad y de la misericordia en un momento en el que priman la sangre y el fuego.
Se cumple este año el 70 aniversario del comienzo de la guerra española. Como complemento de la historia, la literatura aporta esa vida que se escapa a la investigación y que muchas veces resulta más convincente que la cifra o el análisis. Buen momento para leer a Chaves Nogales, un escritor libre de prejuicios y a la vez una víctima lúcida de aquella contienda salvaje.
Pedro de Miguel