Editorial Alba. Barcelona (2005). 598 págs. 30 €. Traducción: Carmen Francí.
Henry James (1843-1916) es probablemente un escritor más estudiado que leído. T.S. Eliot dijo de él: «Es un autor difícil para el lector inglés por ser americano; difícil para el americano por ser europeo; y no sé hasta que punto accesible para otros lectores».
Ahora se publican por primera vez en España sus dos recopilaciones de relatos y novelas cortas, «Una vida en Londres y otros relatos» (1889) y «Lo más selecto» (1903). Se trata de historias ambientadas en la alta sociedad, donde formas y género de preocupaciones van bien al refinamiento del escritor. A James le interesa sobre todo analizar el comportamiento, desentrañar qué hay detrás de determinadas respuestas y actitudes. Muestra éstas y luego bucea en la biografía de los personajes hasta que demuestra por qué habían de hacer precisamente eso.
Las cosas no siempre son tan claras de elucidar y entonces es el momento de la ambigüedad, atmósfera tan característica de los escritos jamesianos. Las descripciones naturalmente pierden la minuciosidad que tienen en las novelas. Choques de voluntades, amores fallidos, arribistas sociales, situaciones narradas con la capacidad de análisis y el distanciamiento que caracterizan a este autor.
James se ha distinguido por un uso del punto de vista narrativo restrictivo a algún personaje. La narración indirecta busca el objetivismo y requiere mayor esfuerzo del lector, precio de un acercamiento más realista a lo que ocurre. Esto se une a un estilo alambicado y exquisito, de largos párrafos y frases sinuosas. Ambas cosas han hecho siempre de la lectura de James un ejercicio interesante, pero poco popular. En estas piezas cortas, correspondientes a su periodo de más madurez, se aprecian estos rasgos de forma clara. La brevedad sólo alivia el número de los hechos, la densidad introspectiva y estilística es la propia del autor. En cualquier caso, sin ser lo mejor del escritor norteamericano (el título de uno de los relatos, y del volumen llama a engaño) estas piezas son una económica introducción: quien no disfrute con ellas difícilmente lo hará con sus novelas.
Javier Cercas Rueda