Rialp. Madrid (2005). 231 págs. 10,50 €.
Rafael Gómez Pérez ha conseguido realizar un magnífico resumen de la historia cultural europea con el fin de aclarar que sólo puede hablarse de Europa si se conocen suficientemente sus raíces: Grecia, Roma y el cristianismo. La primera aporta la reflexión y la curiosidad científica; Roma, la organización; y con el cristianismo, que acepta la herencia greco-romana, se cambia el prisma hacia lo espiritual. A su juicio, el debate actual en torno a la identidad europea está mal planteado. Ésta tiene más que ver con la cultura, resultado de la conjunción de las tres raíces, que con la unidad económica o política. Así, el pasado común se revela como elemento aglutinante.
Cada uno de los capítulos del libro se dedica a analizar las diferentes épocas históricas, hasta llegar a la actualidad. Pero no se trata de referir lo que ya se sabe; más bien, Gómez Pérez trata de descubrir, en las diferentes manifestaciones culturales, el espíritu europeo. Al mismo tiempo, derrumba algunos de los tópicos más habituales, por ejemplo sobre la Edad Media y el período de la Ilustración.
Pese a que la historia europea certifica que el avance científico-técnico y el bienestar económico pueden convivir con una progresiva anemia espiritual, lo cierto es que el tono del libro no es pesimista. Este recorrido histórico aporta claves con las que interpretar el presente, dejando bien claro que las potencialidades de Europa están latentes: sólo hay que despertarlas.
El lector encontrará datos y sugerencias para pensar por su cuenta. Aunque de carácter divulgativo, estas páginas muestran la erudición del autor sobre los diversos campos de expresión de la cultura: la música, la literatura y el arte. Un ensayo muy útil para acercarse, sin los dogmas de lo políticamente correcto, a los problemas de la Europa actual.
Josemaría Carabante