Palabra. Madrid (2005). 160 págs. 11 €.
El estreno cinematográfico de la primera de las películas basadas en las «Crónicas de Narnia» (ver Aceprensa 62/05), de C.S. Lewis, han vuelto a poner de actualidad unos libros que, desde hace ya muchos años, son una obra de cabecera de millones de lectores niños y jóvenes de distintas generaciones y ambientes. El tirón cinematográfico ha provocado que, en España, vuelvan a reeditarse en la editorial Destino y con las ilustraciones de la edición original, unos libros que de manera inexplicable costaba trabajo encontrar.
Luis Daniel González, autor de «Bienvenidos a la fiesta», un monumental diccionario dedicado a la literatura infantil y juvenil (ver Aceprensa 89/01), explica en este libro las claves literarias para entender mejor una obra que ya es un clásico. Para poder sacar más partido a su lectura, realiza una interpretación general de todos los libros, comenta los rasgos estilísticos más destacados del autor, resalta las líneas de fuerza de las narraciones, analiza los personajes más importantes, aclara la cronología de la creación de Narnia, describe sus ingredientes alegóricos, cuenta cómo fue la recepción de la obra en su tiempo y posteriormente.
También traza la personalidad y a la trayectoria literaria de C. S. Lewis (1828-1963), crítico, ensayista, profesor universitario, amigo íntimo de Tolkien y autor de obras de ficción tan importantes como la «Trilogía de Ransom», «Cartas del diablo a su sobrino», su autobiografía «Cautivado por la alegría» y, entre otras, esa magnífica obra «Una pena en observación», sobre el sentido de la vida, del dolor y la muerte.
En este ensayo, Luis Daniel González explica las circunstancias personales del autor cuando escribió, entre 1948 y 1954, los siete libros que componen estas Crónicas. Lewis ya había superado los cincuenta años y tenía a sus espaldas una prolífica actividad intelectual, canalizada a través de sus ensayos apologéticos, sus estudios literarios y algunas de sus más importantes obras de ficción. Escribiendo las Crónicas, descubre las posibilidades literarias de la literatura infantil, género que prestigia con estas obras y que lo diferencian significativamente del tono y las intenciones de «El señor de los anillos», lo que provocó interesantes y enriquecedoras discusiones entre Tolkien y Lewis sobre los ingredientes y la finalidad de la literatura fantástica.
Lewis quiso dar a esta obra un valor apologético, contando con otro lenguaje la Creación del mundo y la Redención. Esto no significa que en las Crónicas lo más importante sea el ingrediente religioso sino que, como explica Luis Daniel González, la calidad literaria, la creación de personajes, el estilo y los valores transmiten implícitamente el atrayente mensaje general. Con esta manera de entender la literatura, Lewis demuestra su sabiduría humana y literaria y su innegable capacidad para llegar a millones de lectores de todos los tiempos. Como escribe el autor de «Una magia profunda»: «Lewis llega más lejos que la inmensa mayoría de los buenos relatos de fantasía. Son ya muchos los millones de lectores que, con las «Crónicas de Narnia», han visto renovada su esperanza y avivadas sus ansias de realidades más hermosas».
Adolfo Torrecilla