Lumen. Barcelona (2005). 334 págs. 18 €. Traducción: Flora Casas.
Este es el primer título con el que la editorial Lumen inaugura la publicación de todas las novelas de Dorothy L. Sayers que tienen como protagonista al detective Peter Wimsey.
Nacida en Oxford en 1893, Dorothy Sayers es una de las más importantes autoras de novela negra del siglo XX, además de una destacada pensadora británica: fue de las primeras alumnas licenciadas en la Universidad de Oxford (concretamente en Lenguas Modernas); fue Decana de los Escritores de Novela Policíaca y Presidenta del Detection Club de Inglaterra; publicó una veintena de novelas y multitud de relatos cortos, adaptó algunas de sus obras a la escena teatral, y también fue guionista de series para emisoras de radio y para la BBC.
También desarrolló una importante labor teológica, llegando a ocupar el puesto de Directora de la Iglesia de Santo Tomás y Santa Ana, en Londres; y con sólo citar a algunos de sus amigos podemos hacernos una idea de su entorno cultural: G.K. Chesterton, C.S. Lewis, T.S. Eliot, Agatha Christie, etc.
«El misterio de Bellona Club» no es una mera distribución azarosa de pistas que ofrecer al lector (que, por supuesto, no faltan) para después reunirlas y rematarlas con un efecto-sorpresa; se trata de la indagación de una misteriosa muerte a través del diálogo que surge entre los personajes, contando con la compleja psicología de éstos y con su permanente evolución.
No todo es demostrable materialmente en la investigación (ni se pretende que sea) porque el actuar del hombre no se reduce a dejar pistas palpables, y, sin embargo, el hombre actúa y el misterio se esclarece. Con todo, la intriga es constante a lo largo de toda la novela y poco a poco se van mostrando todas las cartas, captando cada vez más el interés del lector.
Escrita con mucha agilidad, los personajes están muy elaborados: desde Lord Peter Wimsey, el protagonista, aristócrata culto y con todo el tiempo del mundo para dedicarse a la investigación, hasta el inspector Parker, trabajador minucioso y ordenado en sus investigaciones, pasando por el criado Bunter (algo así como el Watson de Sherlock Holmes) y por toda la variedad de caracteres que ofrece la novela (el cambiante Robert Fentiman, el paranoico George, la inteligente Majorie Phelps, etc.).
Además, la novela ofrece curiosas e interesantes reflexiones sobre diferentes temas, como son el gusto y la apreciación artística, la influencia de la literatura en la propia trayectoria vital, las relaciones entre Dios y la ciencia, el papel de la mujer moderna en el entorno doméstico y en la sociedad o las ideas aristotélicas sobre el misterio y su indagación.
Javier Moreno Pedrosa