Planeta. Barcelona (2003). 377 págs. 20 €.
Novela de aventuras protagonizada por dos delincuentes que salen de la cárcel en Santiago de Chile al beneficiarse de una amnistía para presos comunes. Tanto el mayor de ellos, un experto en abrir cajas fuertes que ya cumplió sesenta años, como el más joven, apenas con veinte y condenado por robar un caballo, intentan no volver a delinquir. A pesar de ello, sus circunstancias personales y la mala situación laboral del país les empujan a procurarse dinero por medios ilícitos.
La obra, premio Planeta 2003, recuerda, aunque de lejos, al género de la novela picaresca. Como aquélla, refleja una sociedad donde la supervivencia resulta difícil si se pretende seguir el camino de la ley y presenta unos personajes hábiles y capaces pero también indefensos ante un mundo hostil, a los que no les queda más recurso que beneficiarse de sus dotes para el engaño.
Sin embargo, más allá de estas semejanzas, esta novela no pasa de ser un texto hábil, ingenioso, pero bastante mediocre como creación literaria. La acción, en su propósito de crítica social, incurre en concesiones melodramáticas elementales y el estilo, muy coloquial, apenas está elaborado. Lo forzado de la trama, junto a los rasgos convencionales de personajes y situaciones y la inconsistencia del contenido, inclinan a considerarla como una obra menor. Intriga policíaca, historia sentimental y denuncia sociopolítica, más algunas descripciones eróticas muy obscenas, componen una narración capaz solo de captar el interés de lectores poco exigentes.
Pilar de Cecilia