Destino. Barcelona (2003). 335 págs. 19 €.
Se reedita esta novela, galardonada con el Premio Nacional de Literatura en 1956. Carmen Laforet sorprendió al ganar la primera convocatoria del premio Nadal, en 1944, cuando tenía 23 años, con Nada, su mejor obra y una de las novelas más interesantes de la literatura española de la segunda mitad del siglo pasado. Pienso que el prólogo a esta nueva edición de La mujer nueva puede desorientar un poco al lector, porque Israel Rolón quita importancia al tema central de la novela: la crisis de Paulina y su conversión al catolicismo. Guste o no guste, todo gira en torno a este hecho y especialmente el desenlace, manifestación de lo que supone vivir la fe hasta el heroísmo.
La novela se desarrolla en los años de la postguerra civil, en un valle leonés y en Madrid. Desde entonces España ha cambiado mucho, por lo que analizar esta obra con los puntos de vista de hoy quizá no sea lo más adecuado. Sin embargo, plantea cuestiones que siguen teniendo peso, como la fidelidad a unos principios, la coherencia, la valentía para enfrentarse a los problemas o la fe vivida con todas sus consecuencias, en ambientes en los que predomina la hipocresía o la indiferencia; o el significado profundo y la grandeza del matrimonio cristiano.
La mujer nueva es una novela valiosa, con un argumento interesante que mantiene la tensión, y unos personajes logrados: hay muchos matices tanto en la conducta y en la psicología de Paulina, como en la de los demás protagonistas. Laforet acierta también en la descripción de los lugares y las circunstancias en que se desarrolla la acción. El estilo está bastante cuidado, con pasajes brillantes, con saltos en el tiempo oportunamente introducidos, aunque se advierten algunos errores gramaticales repetidos.
Luis Ramoneda